jueves, 4 de julio de 2013

C de Cuatro de Julio, San Laureano. ¿Por qué es Patrón?

En 1649 toda la Península Ibérica se vio sometida al azote de la peste. Cada día, cientos de personas morían en las diferentes ciudades, y nada parecía detener lo que todos consideraban como un castigo divino. En la provincia de Cádiz, una de las localidades que se vieron ultrajadas con este mal fue el pueblo de Bornos. Sólo en un día, concretamente el 24 de junio de aquel año, se contabilizaron 50 muertos entre la población. Dado el escaso número de habitantes con el que contaban, todo hacía indicar que el pueblo desaparecería por completo.
La población rogaba insistentemente el auxilio divino. Visitaban con frecuencia las iglesias populares de la ciudad para implorar al cielo. Cuenta la leyenda popular que los monjes del Convento de San Jerónimo decidieron sacar a la calle la imagen del Santo Cristo del Capítulo. Durante todo un día llevaron en procesión y sobre andas al Cristo, pasando por todas las casas de la villa, visitando enfermos y transmitiendo alivio y esperanza.
Y según dejó constancia el fray Pedro Mariscal, prior de la orden: “El otro día que fue cuatro de julio no murió persona alguna… A partir de este día se vio total alivio, por eso juró la villa guardarlo, votando por su patrón a San Laureano, arzobispo de Sevilla, que aquel día se celebra”. Desde entonces, la peste pareció desaparecer de la población. Ya no hubo más muertes a consecuencia de la misma.
Es por eso que, desde ese día, los habitantes de Bornos celebran el primer fin de semana de julio sus fiestas patronales dedicadas en honor a San Laureano, por el favor concedido a la ciudad. La imagen del santo recorre la localidad, a través de las mismas calles que, casi 400 años antes, recorriera el Cristo del Capítulo para salvar a los bornichos.

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