He estado esperando que pasaran unos días, para ver si se nos iba un poco esa euforia colectiva y la mía, por supuesto individual, que quizás no permitía ver lo ocurrido en Bornos el pasado Sábado en la procesión extraordinaria, con la objetividad que requería. Pero aquí pasan dos cosas; o no se me va esa euforia, o es que lo vivido ese día es para enmarcarlo y tenerlo presente en el recuerdo para toda la vida.
Una espera de dos horas.
Dos horas en las que la cruz de guía de la procesión extraordinaria no se movió de la puerta. Sabía que en cualquier momento dejaba de llover y comenzaba su camino por las calles de Bornos, porque era la Cruz de Guía de la Fe. Mientras la banda, a pesar del agua que caía, tocaba. Y no debía hacerlo muy mal, por que aquellas notas de la Agrupación, calmaron la borrasca y pasadas dos horas de las cuatro de la tarde, se escuchó un repique de campanas, que anunciaba que aquella procesión salía ya.
Salida.
Hora algo inusual, eran las seis menos cinco de la tarde. El cielo... como el de la tarde del Viernes Santo... cerrado. Salía Jesús y su Madre de los Dolores... Sus hombres pusieron el paso en la puerta lo levantaron y dieron una revirá que quedará en el recuerdo... gracias a Dios hay algún que otro video, para que no se olvide nunca. Buena mano esa.
Recorrido.
Muchos eran los temores, un recorrido inédito para una procesión, jamás una procesión había pasado por una de las Avenidas principales de Bornos, ni la del Cauchil, ni la de San Jerónimo (Qué intentan llamar de la Constitución). Pero una procesión cuando lleva un buen cortejo, y cuando tiene todo un pueblo echado a la calle y una promesa tras sus imagenes... ya puede pasar por el Desierto de Gobi.
Muy curioso un detalle que observé en la subida por Calle Jardín... la acera de la derecha vacía, la de la izquierda estaba llena, para poder mirar a la cara del Señor y de María.
Cayendo ya la noche se posó el paso en la Plaza de las Monjas para que le cantara el Coro, y en ese mismo momento se activaron los focos que suelen iluminar uno de los monumentos más emblemáticos de Bornos, el Convento del Corpus Christi, y la imagen de la proyección de la sombra de Jesús en la fachada del Convento la tenemos todos tatuada para siempre en nuestras retinas...
Via Dolorosa... Así llamaría desde ahora a la Avda. Cauchil, que momentos, la luz, la oscuridad el verde de los naranjos, el recogimiento vivido... El paso.... y otra revirá antológica para entrar en Calle Damasco, que nombre más Bornicho para una calle... Calle llena de devotos.
Ojú... y llegamos a uno de los momentos... Gracias Señor por haberme puesto allí.... yo estaba allí... Casi quinientos años después, por la puerta del Convento de Ntra. Sra. del Rosario (Los Jerónimos) pasaba otra procesión, y bien podía ser un Via Crucis, pues allí estaba la imagen vivida en la calle de la Amargura, Jesús cargaba con la Cruz, en presencia de la Madre.
Sin darnos cuenta, Avda. y Calle San Jerónimo, esto se acababa....-Manuel, déjame el costal- no podía aguantarlo, me siento costalero por mucho martillo que toque, así que chaqueta fuera....momento intimo. Cuando levanto el faldón, estamos en la Plaza, resultaba extraño con el frío que hacía ver tanta gente al rededor de su devoción.
Capataz de Capataces.... oído, que toca Pedro, y este manda como los viejos, me emocioné, y creo que él también... sólo pudo decir -¡Vámonos!- pero fue suficiente.
A la entrada el pueblo se despide con un cántico como oración.
Íbamos dos hermanos, aunque no tenemos apellidos iguales ni nos parieron la misma madre.... Los Hermanos Costaleros, somos así... y nosotros nacimos con los Hermanos Costaleros. Eramos seis o siete... nos mirábamos y aquella mudá se hacía. Para colmo también nos casamos el mismo día, jejeje.... aunque también con distintas mujeres, jejejeje.... un honor, un privilegio y un gustazo, trabajar contigo Pinto.
Los hombres de Jesús, seres especiales, no intenten compararlos con otros costaleros, incluso no los llamen costaleros, son "los hombres de Jesús", siempre han sido, son y serán distintos, nos mueve sobre todas las cosas: Él.
Enhorabuena a la Organización y gracias al Consejo por sus Consejos.
Escrito para no olvidarlo, publicado para compartirlo.
Fotos: J. Carlos Carbellido, A. Benitez, Cesar Díaz.
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