Eres Madre del Rosario
La más refulgente Aurora
De tus hijos Protectora
De la Trinidad Sagrario
Perdón de nuestros agravios
Alcánzanos este día
Tu veras nuestra alegría
Al mirarnos perdonados
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Tu Rosario prenda amada
De devoción y ternuras
Gozes sin paz asegura
En la Celestial Morada
De todos sea alabada
Con suaves melodías
Téngalo en su compañía
Siempre serán consolados
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Tu Rosario gran consuelo
Del pecador afligido
Que en la culpa sumergido
Llora y gime en este suelo
A ti dirige su vuelo
Y en tus piedades confía
Su suerte feliz sería
Si lograra ser amado
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Eres brazo Poderoso
Que con tu Santo Rosario
Destruyes nuestro adeversario
Trocando el dolor en gozo
De nos huyo pavoroso
Cubierto de cobardía
Y con gran melancolía
Al vernos por ti amparados
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Tu pones en nuestras manos
Ese Rosario Sagrado
Muralla contra el pecado
Que forma de enfermos sanos
Ese faro Soberano
Sírvanos de Norte y guía
Y al llegar nuestra agonía
No nos dejes olvidados
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Por ese Rosario Santo
Que tiene tantas delicias
Manifiéstate propicia
En esta mar de quebrantos
El enjuga nuestro llanto
Que afligidos nos tenía
Y por El tu nos envía
Dolor de nuestros pecados
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
De tu Rosario las Rosas
Exalan tanta fragancia
Que llenan de confianza
A las Almas pesarosas
Esperando tu valía
Que la esperan cada día
En su lastimoso estado
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Con los Coros Celestiales
Tu Rosario recitamos
Sus Misterios contemplamos
Siendo Míseros mortales
Pon ya fin a nuestros males
Reina de las Gerarquías
Que en tu honor redundaría
El ser por ti remediados
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
Todos de veras te amamos
Y el corazón te ofrecemos
Haz tu, que por ti alcancemos
Las gracias que deseamos
Hoy tu Rosario rezamos
Con Devoción y fe pía
Escúchalo Madre mía
Pues va de amor inflamado
Ante tus plantas postrados
Decimos Ave María.
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