“El pueblo de los “apellidos”,
La cuadrilla de la Virgen ”
(Versionando
las palabras del “profesor de la narración”)
Bornos
entero está con las vísperas, con ese temblor de espera. Con ese día en que el
nardo le gana la pelea al clavel y a la rosa. Bornos entero está entre dos
luces de aguardo, en esta especie de impaciente lubrican antes de que lleguen
los domingos de los rosarios de la aurora.
Estos días
que ahora vivimos, tienen ese sabor a antiguo, a rancio, a pueblo. Ese tiempo
en el que ya sentimos que ha pasado un largo año, y ya oímos la llegada de su
lejana gloria.
¿Qué hay
más grande que la espera, cuando se sabe que esa espera desembocará en la dicha
plena? Y Bornos entero lo sabe, se acerca el final de la espera.
Pero
también sabe que más grandes que estos días no hay nada. Quedemos aquí, cuando
Bornos, rincón privilegiado de Andalucía, rincón mágico, Jerusalén de España,
es el único pueblo de Andalucía que conoce el secreto del evangelio escrito
para el primer domingo de octubre.
En estos
días la caricia del Sol en la sierra amanecer tras amanecer, se desarrolla de
una forma especial. Hasta el astro rey sabe bien, que son vísperas. En el
pueblo entero se intuyen ya la llegada del día de la Virgen.
Quedémonos
aquí, cuando el pueblo se llena las manos de colgaduras, de oraciones, de
flores de velas, de detalles de última hora. En estos amaneceres en los que veo
pasar a Bornos por los trajines de las vísperas del día de la Virgen , nada, por más
grande que sea la dicha vivida, nada hay igual a estos días.
Y ahora lo
pienso. Pienso en mí, y en vosotros. Sin salir más allá de nuestra humildad.
¿Cómo estamos viviendo todos estos días?
Como un
niño aguarda un día señalado de primera comunión. Como un novillero apura las
horas en el hotel. Como un jardín cierra las hojas de noche, a la espera de
abrirse por la mañana entero…
Quedemos
aquí, en estos días en que la plegaria a la Señora a sustituido a la dolorosa saeta. Quedemos
aquí, cuando las Señoras aun no saben que ropa ponerse para el día de la Patrona , sabiendo bien que
serán su custodia, su tropa, presumiendo fielmente de que en el Ella se hizo
carne el evangelio.
Quedate aquí Bornos…¡¡¡,
contemplando como antes que se cumpla el evangelio, que a ti gloria de las naciones, una espada te atravesará el alma…, veremos
el Domingo dormido en tus manos, la grandeza que produjo en ti es frase; Hágase en mi según Tu palabra…. Gracias
Señora por tu valentía.
Desde que
llegué a Bornos, siempre me ha llamado la atención de este pueblo, una curiosa
peculiaridad.
Aquí sin
mote o sin apellido no eres nadie. Rara es la persona que detrás de su nombre
no es conocida también por su apellido. Y lo de los motes… ¿existe algo más de
pueblo? Qué tristeza me producen aquellas personas que critican la noble habla
andaluza. Aquí, como diría el castizo, hay dos formas de hablar, “Como se habla
de despeña perros “pa bajo” o malamente”.
Y entre los
grupos del pueblo, entre los apellidos ilustres, entre los motes más
ingeniosos, existe uno que es un honor y un privilegio para un grupo de
personas enormes de espíritu, pero “cortitas de cuerpo” por desgracia para el
que les habla. Jejeje.
Algunos
llevan más de 20 años trabajando para la Virgen. Otros algunos
menos. Incluso la cuadrilla tiene algún que otro extranjero. Y digo bien,
haberlos los hay, entre los que me encuentro, personas que han nacido, o que tienen raíces más allá del
“cruce”. Maravillosos son también
aquellos, que se sienten, que lo son parte de este grupo, y que por las
circunstancias de la vida, nunca han tenido la enorme suerte de estar en el
interior de la oscuridad del paso de la Señora.
Trabajando en silencio desde agosto. Siempre
obedientes, y alejados de modas y de pamplinas. La ropa de trabajo de este
grupo de bornichos, se alejan de los “disfraces” o estereotipos que marcan para
esta labor en las grandes ciudades.
No he
escuchado a ninguno jamás presumir de ello. Y la verdad que no lo entiendo,
pues muchos pagaríamos por hacer lo que ellos hacen.
Mil cosas
se podrían decir de ellos. Los niños de Fernando…, la peña costalera de tal…,
los amigos del costal…, y no sé qué cosa más, pero ellos saben bien que la
protagonista es la Señora.
Cada uno de
su padre y de su madre, incluso los hay que no son mucho de pisar la iglesia,
pero en ese primer domingo de octubre, enseñan a Bornos entero a rezar por las
calles. Cada uno se acerca a Dios como quiera…
Lo que
tengo claro que estoy más que orgulloso de pertenecer a este grupo. Yo el
último de todos, poniendo mi granito de arena, deleitándome de su trabajo,
viendo cómo anda la patrona en la trasera, en las orillas de su manto.
Yo no digo
que sea el mejor, pero lo que estoy seguro que entre todos los apellidos, los
motes, las costumbre, los grupos y las peñas, sois, somos, los más
privilegiados de Bornos entero.
¿Hay algo
más grande que ser cosa y posesión suya? Vosotros, y yo con ustedes lo somos.
Sánchez,
Pajuelo, Benítez, Romero, González, Buzón, Organbides, Rodríguez y también Jurado,
Pinto, Liñán, Zurita y Sevillano, etc.. Mil y un apellidos, que al unirse,
forman un mosaico de corazones increíbles, y cada primero de octubre formáis
los pies de la Reina
del Rosario.
Decidme si
me equivoco, o si falto a la realidad en lo que digo. ¿Existe mayor privilegio
para un hijo de este pueblo, que estar en un grupo que tras su nombre posea tan
digno apellido como es el de “la
Virgen ”?
Sin más
nombres, desde la “Venta Andalucía” hasta el último de rincón del polígono, es
sin duda un titulo honorifico poder decir con orgullo, yo pertenezco a la ”Cuadrilla
de la Virgen ”.
P.D. El video es un regalo “pa ustedes” de un gran amigo
mío. Como veis el chiquillo esta también sin apellidos. ¿Se puede tener mas
arte?
José Manuel González Gutiérrez.
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